Desde
el día anterior no había una sola entrada para presenciar este magno acontecimiento.
Victoriano Roger, Valencia, tomó la alternativa de manos del veterano y siempre
joven maestro Antonio Bienvenida, siendo testigo de la ceremonia Antonio
Ordóñez, el grandioso artífice del toreo.
Cartel a toda página publicado en El Ruedo junto a la crónica de la alternativa de G. DE CORDOBA |
Los
toros elegidos para tal acontecimiento pertenecían a la vacada de doña Eusebia Galache
de Cobaleda, no ofrecieron muchas facilidades y mansurronearon lo suyo, pero la
maestría de los tres espadas hizo que el festejo resultara interesante y que el
público saliera satisfecho de la Plaza.
Galonero
se llamaba el toro de la alternativa, era negro y estaba marcado con el número
27 y de buena lámina.
El
neófito iba vestido con un precioso terno caña y oro, con corbatín negro y
brazalete del mismo color por la reciente muerte de su padre.
Victoriano,
con una corrida de prueba para él, ha tenido una actuación que no dudamos en
calificar de triunfal, dadas las pésimas condiciones de los galaches. Parecía
en todo momento no un matador de toros novel, sino un torero con muchos años de
alternativa y por ello salió triunfante de tan dura prueba y supo no desentonar
y estar a la altura de las figuras del toreo, su padrino y el testigo de la
ceremonia.
Quizá
éste sea el mejor elogio que podemos hacerle, porque sus compañeros han tenido
una actuación brillante y tienen una ejecutoria por demás gloriosa. Pero no.
Victoriano ha hecho algo más que tomar la alternativa y estar torero. Ha estado
en figura del toreo.
Lanceó
muy bien al toro de la alternativa, siendo superiores por el temple y el mando
las verónicas por el lado izquierdo así como la medía final. Ovación que se
repite después al quitar en unos lances vistosos y toreros.
Emoción.
Antonio Bienvenida da la alternativa de matador de toros a Valencia. Testigo,
Antonio Ordóñez. Y ya está. Valencia es matador de toros y forma con sus
compañeros un triunvirato de señores del toreo. Abrazos al padrino y al
testigo, brindis a su hermano Pepe y a su amigo íntimo señor Navarro. Brindis
al cielo en memoria de su padre y brindis al público.
El momento de la ceremonia. |
Victoriano brindando su primer toro a su hermano Pepe |
Y a
tales señores, tales honores. Inicia la faena con unas magníficas dobladas
para, ya a los compases de la música y entre ovaciones, cuajar una faena honda,
de torero hecho en plenitud de su arte. Ayudados por alto majestuosos y el
remate por bajo, ayudado, digno de un cartel o toros. Vino después el capítulo
de los naturales y los derechazos, en los que el torero corrió la mano
admirablemente, aunque el toro se le negase a tomar de buen grado la muleta.
Manoletinas y el delirio, la borrachera de alegría cuando logra una gran
estocada que hace rodar a su enemigo. Una oreja, dos vueltas triunfales al
ruedo y salida a los medios.
El
toro que cerró plaza llegó a la muleta quedado, y Valencia dio una lección de
lidiador completo, de torero de recursos, ante un toro que no se prestaba al
lucimiento. Pinchazo sin soltar y otra gran estocada, y se borda el entusiasmo,
le alzan a hombros y da así una vuelta al ruedo en medio de una atronadora
ovación. Un matador de toros que dará muchos días gloria a la Fiesta.
Antonio Bienvenida ha
estado hecho un auténtico maestro. De la suavidad, hondura y clasicismo de su
toreo no voy a decirles nada, pero sí tengo que hacerlo de su manera de lidiar,
de dirigir la lidia, de torear. de estar en la plaza. Sus finos lances, el
juego maravilloso de su muñeca, el dominio, la facilidad tan difícil de su
toreo, hicieron que la música acompañase sus dos trasteos muleteriles y que las
ovaciones se sucedieran de continuo. Torero para paladares exquisitos,
catedrático del toreo, torero, en suma, de los que debían abundar más. Mató a
su primero de tres sangrías y se le ovacionó, y cortó la oreja del cuarto, tras
de matarlo de media estocada, dando la vuelta al ruedo recogiendo prendas de
vestir. Antonio Bienvenida, ¡un torero!
Cuando
alguna vez se quiera recopilar todas las lecciones, todos los conocimientos que
se precisan para hacer a un torero, habrá que recurrir a este Antonio Ordóñez, que torea, dándole la
lidia adecuada, a todo lo que le suelten por los chiqueros. Su primer toro le
frenaba ante los capotes, no quería ver a los montados y hacía cosas
de estar reparado de la vista. Un regalo. Pues bien, Antonio Ordóñez, tras
lidiarlo inteligentemente, hizo el milagro de poder sacarle un partido insospechado.
Toreó como sólo él sabe hacerlo, por naturales, derechazos y de pecho, y hasta
los adornos tuvieron médula de cosa fundamental. Faena malograda al final por
la mala suerte con el pincho. AI quinto lo toreó igualmente con el capote entre
continuas ovaciones, y la faena también, al igual que la primera, fue musicada y
jaleada de continuo. Los derechazos tuvieron una largura y un temple difícil de
superar, los pases de pecho fueron asombrosos y los naturales logradísimos.
Cómo
sería la cosa, que, pese a pinchar en dos ocasiones antes de agarrar la
estocada, le fue otorgada la oreja de su enemigo, con la que dio triunfalmente
la vuelta.
Una
gran corrida, en la que Antonio Bienvenida y Ordóñez han dado lecciones de bien
torear y Valencia les ha respondido adecuadamente.
G.
DE CÓRDOBA
Victoriano iniciando un perfecto pase de pecho el día de su alternativa en Barcelona. |
Página publicitaria de Victoriano en El Ruedo 1958 |
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