Monumental

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miércoles, 4 de mayo de 2016

PRESENTACIÓN DE JOAQUÍN BERNADÓ EN LAS ARENAS DE BARCELONA. 4 de junio de 1954

"Un gran matador de toros: Joaquín Bernadó." 


Joaquín Bernadó y Curro Fetén 4-6-54

Esto era lo que se escuchaba a la salida de la plaza de Las Arenas, donde había hecho su presentación ante sus paisanos. Escribo este comentario con la gratísima impresión que me ha producido toda la actuación del novillero catalán. Mucho había dicho sobre la personalidad y categoría artística de Bernadó, pero lo de hoy ha sido de locura. Qué manera de torear con temple, mando y sabiduría. Sin ningún género de dudas, la actuación más completa en lo que va de temporada ha estado a cargo de este muchacho.

Su capote y muleta parecen dormir ocho siglos de historia. Qué tranquilidad y aplomo imprime a todos los lances. Joaquín Bernadó es el torero de la lentitud, que hace que sus muletazos duren una eternidad. Estética asombrosa. Figura y movimiento de torero. Ni un mal paso. Ni un gesto feo. Ni un átomo de reparo que oponer a su labor.

Cómo torearía con el capote, que le han tocado la música en dos ocasiones y ha tenido que saludar montera en mano. Hay que ver con qué elegancia y aplomo cargaba la suerte, cómo llevaba a los novillos toreados con una visión asombrosa de lo que debe ser la lidia de un toro. Dobladas sapientísimas, trincherazos, derechazos, naturales asombrosos, medios pases llenos de sabor y colorido… oro de ley.

Su primer toro, que no era facilón, ha pasado una y otra vez tras la muleta de Joaquín embelesado por ella, movida por una mano maestra. Y a su segundo lo ha toreado cómo y dónde ha querido, siendo en todo momento dueño absoluto de la situación y el que imperaba con su saber y arte en la plaza. La espada le ha privado del corte de orejas en su primero, pero ha dado dos vueltas al ruedo entre el auténtico entusiasmo de los concurrentes. Y en su segundo, tras pinchar muy bien, le cortó la oreja en medio de una gran ovación y fue sacado de la plaza en hombros en una de las salidas triunfales más sinceras de lo que va de temporada.
 
Verónica de Bernadó en la tarde de su presentación.

Juanito Gálvez, el torero gitano, ha estado muy rabioso y con muchas ganas de triunfar. Se picó el muchacho con el triunfo de Bernadó y buscó el éxito con insistencia. Con el capote ha toreado muy bien y se ha ganado grandes ovaciones. Con la muleta, aunque le ha sacado muletazos muy buenos, no se ha centrado del todo con su enemigo. Le han ovacionado cuando se retiró al estribo, teniendo que saludar desde los medios. A su segundo lo toreó con muchas ganas de lograr el éxito grande, pero igual que en su primero, no logró cuajar una faena completa, no acoplándose completamente con el novillo. Hubo, como es natural, música y ovaciones y como matara de una buena estocada, fue premiado con una oreja, saliendo seguidamente de la plaza por tener que torear el domingo en el Puerto. Fue despedido con una gran ovación.

Gálvez con el toro al que cortó la oreja

Rafael Pedrosa es un buen muletero y un excelente torero, pero adolece de que en medio de sus faenas da carreras y saltos que no sabemos muy bien a que vienen. Torea con valor y no poco arte y a continuación hace cosas que no le favorecen nada. Llega al público y gusta, porque en verdad tiene valor como para acabar con la guerra, pero le falta un poquito más de ligazón en las faenas. Con lo buen torero que es, cuando se acostumbre a no cambiar tanto de tercio los toros y a corretear menos por la plaza, su labor alcanzará mayor grado de perfección. Ha estado bien, pues en sus dos trasteos al igual que Gálvez ha escuchado música y ha dado vuelta al ruedo en su primero, porque lo atravesó con la espada, que si no le hubieran dado la oreja que el público pedía. Alcanzó idéntico premio en su segundo, siendo sacado al final en hombros en unión de Bernadó.

Rafael Pedrosa, con su primer enemigo

Los novillos de don Bernardino Jiménez, con mucho genio pero cumplieron, pese a que algunos salieron huidos y haciendo cosas de mansos.


Con capote y banderillas destacó Andrés del Campo y Cantito y también Bulnes, Montilla y Granito. Por los de aúpa, el Rubio.

Fotos: "El Rued"o Num. 520