Monumental

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sábado, 7 de abril de 2018

LA PASIÓN DEL TOREO A CABALLO: ÁNGEL PERALTA.


Barcelona, 6 de agosto de 1953

Rotundo y definitivo éxito ha sido el alcanzado por el grandioso rejoneador Ángel Peralta en esta nueva actuación en la Ciudad Condal, con un novillo de Dª Pilar Quintela.

Don Ángel tiene en su haber el haber resucitado en Barcelona la pasión del toreo a caballo. Al influjo de su nombre la plaza de Las Arenas ha venido registrando entradas desusadas en corridas anteriores. Y es que Peralta, gran caballista y excelentísimo rejoneador ha sabido despertar en torno a su aureolada personalidad, su simpatía arrolladora y su gran dominio de tan difícil arte, un rosario de ovaciones que han ido marcando honda huella a su paso por Barcelona.

Hoy, una vez más, ha vuelto a cortar oreja como tributo de admiración de una multitud entregada al rejoneador desde los primeros instantes. Decir que ha clavado rejones, banderillas cortas y a dos manos entre el entusiasmo general y que ha hecho gala de su perfecto dominio del caballo y su valor sin tacha, es repetir una vez más el relato de sus actuaciones incopiables.

Una hermosa imagen del toreo a la jineta.


El caracoleo de sus jacas y su perfecta doma causan la admiración del respetable. Las mayores ovaciones de la tarde fueron para el gran rejoneador de La Puebla. El toreo a caballo en toda la extensión de la palabra, reposadamente, sin alardes ficticios, sin atropellamientos, llevando al novillo como pegado a la cola de sus cabalgaduras en una lección de dominio, técnica y maestría. La plaza en olor de ovaciones le obliga a dar la vuelta al ruedo con la oreja concedida.

Peralta en una imagen con el novillo pié a tierra. 


Curro Fetén para Toros y Deportes. 6-8-53