Monumental

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jueves, 19 de enero de 2017

LA CORRIDA “DALINIANA”, EL TOREO Y EL PAN DE PICOS

En Figueras, la bella ciudad del Ampurdán, se celebró una corrida en homenaje del genio pictórico de Salvador Dalí, que hizo de las suyas a lo largo de la corrida y al término de la misma. Dalí se colocó un pan de tres picos amanera de sombrero, saludó bastón en mano. Las antenas de sus bigotes respiraban de contento cuando, tras recoger el rabo que le arrojó Camino, se lo colocaba a su esposa Gala a modo de cola de caballo. Prendió fuego a un toro de simulacro, con fuegos de artificio en sus entrañas y resultó con el traje seriamente averiado al prenderse de un cohete escapado. Las gentes se divirtieron con sus cosas y los diestros Curro Girón, Fermín Murillo y Paco Camino le brindaron sus primeros toros.

                            (Dalí con el "pan de picos”)

Tarde de Tramontana, fuerte viento del Pirineo y gran entrada. Curro Girón realizó en su primero, de Molero Hermanos,  una faena valerosa y porfiona, pues el toro se refugió en tablas y ahí hubo de ir a torearle, para despacharlo de una gran estocada. Al cuarto lo toreó de forma superior a la verónica, lo banderilleó entre ovaciones y le cuajó una excelente faena que mereció los honores de la música ya que el venezolano, muy centrado y torero, toreó superiormente por naturales, derechazos y pases de todas las marcas, para estocada que le valió dos orejas y rabo.

Fermín Murillo tuvo el lote menos apto para el lucimiento. En ambos peleó contra el viento y el pésimo estilo de sus enemigos, a los que realizó dos valerosas y expuestas faenas, que fueron premiadas con música y grandes ovaciones. Pero la espada no estuvo certera y lo que pudo ser triunfo de orejas, quedó en ovaciones.

Paco Camino dejó la impronta de su arte en unos lances maravillosos en los que el diestro de Camas toreó a la verónica de manera insuperable en sus dos toros. Con la muleta, dos grandiosas faenas, en las que la mano izquierda entró en funciones con un toreo al natural puro y auténtico que entusiasmó a propios y extraños. Mató a su primero dé estocada y hubo premio de dos orejas y rabo, y al sexto, de estocada y descabello, pero como quiera que el puntillero le levantase en tres ocasiones al toro, todo quedó en vuelta triunfal.

Tras una corrida seria y al uso, hubo regocijo popular a cargo del pintor de Cadaqués.

                        
                      (Fermín Murillo conversa con Gala. 
                    Salvador Dalí posa entre Paco Camino y Curro Girón.)
 

G. de Córdoba “El Ruedo” 12-8-1961 

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